Asperezas limadas. El encontronazo que se produjo en la tarde del martes entre Augusto César Lendoiro y los dirigentes atléticos pareció resolverse a lo largo del día de ayer. Después de que el Atlético de Madrid diese por descartado el fichaje y el Deportivo anunciase al jugador la posibilidad de tener que reincorporarse al trabajo con Lotina en Suiza si no había luz verde a la operación, ayer todo volvió a la calma. Lo demostró el hecho de que el Deportivo no cumpliese con la 'amenaza' que le había hecho a su jugador durante la noche del martes, informándole de su viaje a Suiza, lugar de concentración de los gallegos, si a lo largo del día de ayer no llegaba el acuerdo. Pese a que no se oficializó ayer su contratación, desde Riazor suspendieron el desplazamiento del brasileño a la concentración deportivista en Yverdom-Les-Bains.
Ambas entidades volvieron a ponerse en contacto a lo largo del día de ayer para resolver las desavenencias surgidas debido a las exigencias de los gallegos en los plazos del pago de una operación tasada en 12 millones de euros. Los flecos eran mínimos, la necesidad de los coruñeses de liquidez imperiosa y el deseo del Atlético de Madrid de firmar a un lateral izquierdo urgente. Por ello, a lo largo del día de hoy, el asunto Filipe Luis debe quedar cerrado definitivamente, después de una negociación más problemática de lo previsto. Ambos clubs podrían informar de un acuerdo que ayer terminó de encauzarse después de haber corrido serio peligro horas antes. El cruce de fax fue constante y el acuerdo entre ambas partes manifiesto. A última hora de la tarde, el Deportivo de la Coruña y el Atlético de Madridya tenían en su poder todos los documentos necesarios para poder llevar a cabo la operación definitivamente.
Llamada del Depor a Filipe
El propio futbolista, que ayer volvió a entrenar con los descartes del conjunto blanquiazul en las instalaciones de Abegondo, daba por solucionados los problemas surgidos y se daba ya por jugador rojiblanco para las próximas cuatro temporadas. De hecho, recibió la confirmación oficial del Deportivo de la Coruña de que podía desplazarse a Madrid en cuanto lo considerase oportuno para pasar el pertinente reconocimiento médico con la entidad colchonera. Un examen que será exhaustivo teniendo en cuenta la grave lesión de tibia y peroné sufrida por el brasileño el pasado curso y que le mantuvo cerca de seis meses en el dique seco.
Tras recibir la llamada del Deportivo, Filipe Luis esperaba en su domicilio, con las maletas hechas desde el lunes, otra de su agente para comunicarle el procedimiento a seguir antes de estampar su firma como nuevo jugador colchonero y ser presentado en el Vicente Calderón.
Versiones contrapuestas
De esta forma, y si nada extraño ocurre, teniendo el permiso del Deportivo para desplazarse hasta la capital de España, lo lógico sería ver hoy mismo a Filipe por Madrid, aunque teniendo en cuenta los altibajos que han sufrido las negociaciones esta semana, cualquier cosa es posible. Es más, desde el Atlético se aseguraba a última hora de ayer que no había novedades respecto al fichaje del brasileño, y que seguían esperando que el Deportivo aceptase las condiciones del traspaso. Sin embargo, desde Riazor las noticias eran bien diferentes. Insistían en que los contratos ya estaban redactados, en poder de ambas entidades y que sólo faltaba la firma. Pude que desde el Atlético de Madrid no quieran lanzar las campanas al vuelo ante un cambio de opinión de Lendoiro, pero si la lógica se cumple, Filipe Luis estará hoy, por fin, en la capital de España
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